jueves, 24 de diciembre de 2009

Los perros abandonados

Los perros abandonados
muchas veces tienen suerte
y les cambia el destino
de caminar los caminos
y aparece un nuevo amo
que los salva de la muerte.

Al principio desconfían
duermen con un ojo abierto;
la mano desconocida
acaricia un sueño tuerto.

Necesitan muchas buenas
para olvidar tantas malas
su fidelidad dolida
es palomita sin alas...

El corazón asustado
y la panza demorada.

Toda la pena del mund
o
quita brillo a su mirada.

Sólo el tiempo olvidadizo
lleno de amor y dulzura
borrará como una goma
poquito a poco la duda.

La cola sin energía
volverá a dar plumerazos
y el ascensor del cariño
ascenderá a nuevos brazos...

El amo abandonador
tendrá dos grandes tristezas:
- echar al que no se va...
- buscar al que no regresa.

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